Y en eso estoy ahora. Integrando “a mi modo” las herramientas que me han ayudado en mi propio camino personal y en el de otras personas. Desde el yoga a la biodanza, pasando por la escritura, la meditación y toda clase de juegos que nos conectan con la alegría y el placer de estar vivos. Después de la Gestalt, me formé en Terapia SandPlay y Tarot evolutivo.

Mi camino de “evolución” no ha sido fácil, pero lo que he aprendido es que hay un punto de no retorno, y una vez que lo cruzas, ya no hay vuelta atrás. Como todo proceso terapéutico, mis 6 años de terapia personal también empezaron de manera ardua. Con mucho miedo y defensas. Hasta que empecé a integrar tanto el dolor propio de la existencia como la alegría, también propia, de estar viva. Y cuanto más presencia y alegría logras “acumular”, más abandonas la ilusión del control, de posesión, de “tener razón”… Todo eso que nos hace infelices y presos de nosotros mismos. Y es en ese momento cuando empiezas a sentirte libre y completo.

No necesitas nada más, porque ya lo “eres” todo. Eso lo he aprendido de la Hipnosis Ericksoniana. Que somos mucho más de lo que creemos. Y que solamente en un ambiente de total aceptación y permisividad, logramos florecer en todo nuestro esplendor>.

Al igual que con las Constelaciones Familiares, que me han mostrado el tremendo amor y lealtad que está debajo de cualquiera de nuestros actos y en los actos de los demás. Aun los que condenamos.

Todo este camino me está llevando, poco a poco, a realizar un tipo de terapia centrada en la otra persona, desde la total presencia, amor y admiración. Respetando todos sus actos, emociones y pensamientos. Todos sus procesos. Dejando a un lado, lo más posible, la parte racional, para centrarme en el maravilloso mundo del inconsciente. Y desde ahí, eliminar creencias y lealtades invisibles, a la vez que se permiten los procesos para hacer florecer todos los recursos y potenciales que han permanecido ocultos en el inconsciente.

Por último, y probablemente lo más importante, he encontrado en las Técnicas Somaticas (Somatic Experienciang) y en el Breathwork o Rebearthing las vías para sanar el trauma no resuelto de la infancia y la adolescencia. En este momento, la toma de conciencia del cuerpo, de sus sensaciones y de cómo nuestro sistema nervioso nos atrapa en respuestas de alerta y supervivencia, es lo que me está ayudando a sanar mi propio trauma no integrado. Es la vía para lograr que nuestro cuerpo conecte con la sensación de paz, seguridad y regulación.