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Autoregulación: la mente encuentra seguridad en el cuerpo

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¿Qué es la autoregulación? Oficiante se puede definir como la capacidad de regularse uno a uno mismo.

¿Y qué es lo que hay que regular? Como humanos, están los pensamientos, pero como animales, hay mucho más. Habitamos en un cuerpo lleno de sensaciones, instintos, emociones…

Además, no estamos solos. Habitamos un planeta que nos nutre. Estamos rodeados de otros humanos. Y de miles de especies animales y vegetales. Todo lo que hay a nuestro alrededor nos condiciona de algún modo. El clima, el sol, el ruido, la alimentación…

A raíz del trauma, experimentamos tal disociación que podemos sentirnos separados de todo esto. Podemos EXPERIMENTARNOS separados de nuestro cuerpo. Por un lado, la mente y sus pensamientos. Por otro, el cuerpo y sus sensaciones y emociones. Y por otro, el mundo exterior con toda la riqueza que contiene.

Cuando habitamos un cuerpo traumatizado, vivimos una experiencia DES-REGULADA. Nuestra mente, disociada del cuerpo, vive sus emociones y sensaciones como peligros y amenazas.

En mis sesiones, escucho muchas veces a mis clientas que dicen: “Sentí tal energía por el cuerpo que no podía soportarlo y me desconecté para dejar de sentir”.

Eso es lo que experimentamos cuando no hay regulación. No podemos sostener la energía que emana de las emociones y sensaciones del cuerpo. Nos aterran. Se disparará cualquier respuesta traumática o mecanismo de compensación (comer, fumar, comprar…) con tal de no seguir SINTIENDO…

Como animales que somos rebosamos energía. Es lo que nos hace estar vivos, reproducirnos, sentir placer, alegría, gozo. Por eso las personas traumatizadas viven con estas sensaciones placenteras muy restringidas. Porque no diferencian entre miedo o placer. Simplemente no pueden sentir la intensidad de la energía. Sea esta “buena” o “mala”.

Pero en algún punto de su vida, la persona disociada ya no aguantará más. Llegará a una crisis existencial que le hará cambiar el rumbo. La sensación es algo así como… “No merece la pena seguir viviendo así. En esta jaula. Atado de pies y manos. O revivo o muero”.

Si tiene suerte, encontrará algún libro, terapeuta, gurú… que le pueda mostrar el camino a la sanación. El camino hacia uno mismo. Hacia la reconexión con el ser holístico que somos. Con toda la totalidad de nuestro Ser. Mente, cuerpo y espíritu. Pensamientos, emociones, sensaciones, energías…

Y en ese camino, primero conocerá la experiencia de la COREGULACIÓN. A través del vínculo con el terapeuta, o con la persona que le acompañe, podrá vivenciar la SEGURIDAD en el vínculo. La seguridad con el otro. Como hace una madre regulando las emociones y sensaciones del bebé en un vínculo sano.

Después conocerá la AUTO REGULACÓN. Y la autorregulación no es más que esto. “Me doy cuenta de que mi mente consciente está sentada con las sensaciones y emociones de mi cuerpo. Mi mente consciente encuentra seguridad en mi cuerpo.

Ese es el santo grial. Mi mente consciente presencia y ama todo lo que surge en mi cuerpo.

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