El duelo genético en reproducción asistida (ovodonación)

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¿Qué es el duelo genético en reproducción asistida? Es un proceso emocional por el que pasa la madre o el padre que no aporta sus “genes” al futuro bebé. Lo que ocurre en los procesos de ovodonación, inseminación artificial de donante o adopción de embriones.

 

¿Cómo afrontar el duelo genético?

Las nuevas técnicas de reproducción asistida están permitiendo a muchas parejas ser padres que de otra forma sería imposible. Son los casos que ya he citado. Cuando la mamá no puede (ovodonación), cuando el papá no puede (inseminación artificial de donante) o cuando ambos no pueden (adopción de embriones).

El problema surge cuando los padres tiene dudas de la vinculación genética que existirá entre ellos y sus futuros hijos. Hablamos de la herencia genética… y de cómo afrontar ese duelo, que como todo duelo, no es más que el sentimiento de pérdida.

¿Y qué estamos perdiendo? La oportunidad de tener hijos a través de nuestros propios genes. ¿Y con qué cargamos? Con la sensación de fracaso de ser padres de forma “natural”.

 

El duelo genético en ovodonación

La principal preocupación de las madres que recurren a la ovodonación son dos. La primera, el parecido físico con su bebé. Y la segunda, las posibles implicaciones futuras por el “origen biológico” de su hijo.

Por lo general, estas preocupaciones suelen disminuir o incluso desaparecer una vez que ha nacido el pequeño. Pero puede suponer mucho estrés durante el proceso. Y muchas veces no es un estrés producido por la propia ovodonación, sino que llueve sobre mojado.

Hay que entender que de media una pareja necesita tres FIVs para quedar embarazada. Por lo que las mujeres que recurren a ovodonación ya llevan como mínimo tres ciclos. Y eso puede suponer unas 12-15 transferencias, con sus betaesperas negativas y muy probablemente varios abortos, abortos bioquímicos, legrados… Eso no hay quién lo aguante. Y más si la madre o la pareja ha vivido este calvario sin apoyo psicológico.

 

Afrontar el duelo genético

El duelo genético, como ya he explicado, es un proceso físico y emocional vinculado al hecho de que la madre no puede serlo con sus propios gametos. Por consiguiente, la única opción es recibir un óvulo de otra mujer.

La mayor parte de los especialistas estarán de acuerdo en aconsejar estos elementos:


Apoyo psicológico

Es fundamental que la madre cuente con el suficiente apoyo psicológico para afrontar el proceso. Lo que además contribuirá al éxito del mismo.

La futura mamá necesita expresar sus dudas, miedo, enfado, frustración… en un entorno seguro que la permita soltar esas emociones y aceptar su situación. Aceptar el presente, el aquí y ahora, y conectar con su capacidad de gestar un bebé, de ser madre, y de tener un vínculo sano con él.


Elección del donante

Es importante contar con una clínica que gestione con seriedad la donación de gametos. El hecho de que puedan asegurar que optarán por el donante óptimo, con el mayor parecido físico con la madre, también ayudará a que la madre esté más tranquila.

Por eso es importante que tengan el cuenta:

  1. Las características genéticas de la pareja.
  2. El fenotipo de la futura mamá (raza, color de piel, ojos y pelo, complexión, grupo sanguíneo, etc.).


Parto respetado

Para estas madres será especialmente importante vivir un parto respetado y respetuoso con el bebé. Exigir como mínimo las dos horas de piel con piel recomendadas tras el parto. Y a se posible tener una lactancia también respetada.

El vínculo que resulta de las primeras horas de estar con su hijo, y la posibilidad de amamantar al bebé, ayudarán a crear un vínculo fuerte que ayude a eliminar las dudas respecto a la herencia genética.


Evidencia epigenética

“La epigenética es el estudio de modificaciones en la expresión de genes que no obedecen a una alteración de la secuencia del ADN y que son heredables”.

Los últimos descubrimientos en epigenética han hecho que se relacione mucho con los procesos de ovodonación, ya que hace referencia a la comunicación entre el embrión y la madre antes de la implantación.

Antiguamente se creía que no existía esta comunicación, pero ahora se ha descubierto que no sólo existe, sino que hay un intercambio de células. Paradójicamente, este descubrimiento se hizo al ver que los niños nacidos por ovodonación, tenían un parecido físico excepcional con la madre.

¿Y cómo funciona? Desde que introducen el embrión hasta que se produce la implantación, la madre segrega el líquido endometrial compuesto por lípidos y proteínas necesarios para la nutrición del embrión, y moléculas de ácido ribonucleico. Estas moléculas de ARN de la madre se unirán a las moléculas de ARN del embrión, lo que producirá un cambio en su transcripción genética.

Estos descubrimientos demuestran que la madre no se vinculará con su hijo “solo” a nivel emocional, sino también a nivel celular. Lo increíble es que la madre gestante tiene un papel fundamental. Ya que un embrión donado en una mujer será totalmente diferente que el mismo embrión donado en otra mujer.

 

¿Cuál ha sido tu experiencia en ovodonación? ¿Qué te ayudó a ti a nivel psicológico y emocional?

 

Foto: FLY:DHire

 

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